NUTRICIÓN DEPORTIVA
Es muy importante que confíes tu nutrición a quien sepa gestionarla con inteligencia de forma que exista una estrecha relación de tu programa de nutrición con tu entrenamiento. Ambos deben estar 100% coordinados.
Los programas nutricionales coordinados con los programas de entrenamiento, no consisten en depender de la orientación de un nutricionista para siempre. Consiste en conseguir un método fiable que cambie tus hábitos alimenticios de forma personalizada y siempre acorde a la actividad deportiva que realices en tu vida diaria.
1.DEFINE TUS OBJETIVOS
¿Qué queremos lograr? Vamos a exigirnos un sacrificio y el premio tiene que merecer la pena.
En qué va a mejorar mi vida con una buena condición física: piensa en las cosas concretas que te afectan.
2.ÉNFOCATE EN LOS HÁBITOS
Cambiar un hábito es complicado: esto funciona igual para los malos hábitos que para los buenos.
Cuanto más brusco es el cambio, más nos cuesta: por eso, lo más efectivo es hacer un cambio gradual, evitar castigarnos, y ponernos mucha ayuda por el camino.
3.MIDE TU PUNTO DE PARTIDA
Tenemos que elegir nuestras propias medidas en función de nuestros objetivos:
Se trata de medir las cosas correctas, de la forma correcta. Si no, corres el riesgo de no valorar el progreso debidamente y desmotivarte sin razón!
4.ENTRA EN ACCIÓN
Es hora de ponerse manos a la obra: céntrate en la mejora continua y en asentar los hábitos.
Los resultados tardarán en aparecer más de lo que nos gustaría y no hay que obsesionarse con ellos.
5.MIDE LOS RESULTADOS
Y cambia todo aquello que no funciona
No funcionar significa: Que un hábito no te resulta agradable o que no te acerca a tus metas de la forma que quieres.